Bienvenidos a Reflexología Moratalaz a Domicilio

¡Gracias por visitar nuestro sitio web! Somos un proyecto de masajes que se especializa en reflexología de pies y manos y estamos encantados de ofrecerte nuestros servicios a domicilio en Moratalaz y alrededores.

Todo comenzó con una idea sencilla impulsada por una profunda pasión. Nos enorgullecemos de la atención personalizada y la dedicación a cada detalle. Nuestro enfoque se basa en la calidad y la integridad, garantizando que todo lo que hacemos refleje nuestro compromiso con la excelencia. Creemos en el poder de las relaciones duraderas, tanto con nuestros clientes como dentro de nuestra comunidad. Cada paso que damos tiene como objetivo crear conexiones significativas y brindar un servicio excepcional. Estamos constantemente aprendiendo y adaptándonos, esforzándonos por satisfacer tus necesidades de la manera más efectiva. 

Nuestros Servicios

Relajación Profunda y alivio del estrés

Disfruta de una sesión de reflexología que te permitirá relajarte y liberar tensiones acumuladas.

Equilibrio Energético

Recupera el equilibrio de tu cuerpo y mente a través de la estimulación de puntos reflejos específicos.

Mejora tu salud

Experimenta una mejoría en tu estado de salud con un tratamiento personalizado y enfocado en aquellas dolencias que quieras minimizar.

¡Cumple tus deseos de relajación y bienestar con Reflexología Moratalaz a Domicilio!

Contáctanos hoy mismo para reservar tu sesión personalizada y disfrutar de los beneficios de la reflexología en la comodidad de tu hogar.

¿Te has parado a pensar alguna vez en cuántas veces has vivido algo casi sin darte cuenta? No dejes que eso pase más, aprende a vivir siendo consciente de aquello que te ocurra. 

DARSE CUENTA, UN CUENTO DE JORGE BUCAY

Me levanto una mañana, salgo de mi casa, hay un pozo en la vereda, no lo veo y me caigo en él.
Al día siguiente, salgo de mi casa, me olvido que hay un pozo en la vereda, y vuelvo a caer en él.
Tercer día: salgo de mi casa tratando de acordarme que hay un pozo en la vereda, sin embargo no lo recuerdo, y caigo en él.
Cuarto día: salgo de mi casa tratando de acordarme del pozo en la vereda, lo recuerdo, y a pesar de eso, no lo veo y caigo en él. 
Quinto día: salgo de mi casa, recuerdo que tengo que tener presente el pozo en la vereda y camino mirando al piso, y lo veo y a pesar de verlo, caigo en él. 

Sexto día: salgo de mi casa, recuerdo el pozo en la vereda, voy buscándolo con la vista, lo veo, intento saltarlo, pero caigo en él. 

Séptimo día: salgo de mi casa y veo el pozo, tomo carrera, salto, rozo con las puntas de mis pies el borde del otro lado, pero no es suficiente y caigo e él. 

Octavo día: salgo de mi casa, veo el pozo, tomo carrera, salto, ¡llego al otro lado! 
Me siento tan orgulloso de haberlo conseguido, que festejo dando saltos de alegría… y al hacerlo, caigo otra vez en el pozo. 
Noveno día: salgo de mi casa, veo el pozo, tomo carrera, lo salto, y sigo mi camino. 

Décimo día: me doy cuenta recién hoy… ¡que es más cómodo caminar por la vereda de enfrente!

¿Cuántas veces tenemos que caer en el mismo pozo para darnos cuenta de que existe? ¿Cuántas veces, a pesar de saber que existe, seguimos cayendo en él o en otros similares?

Este cuento del médico, escritor y terapeuta de enfoque Gestalt Jorge Bucay nos habla del proceso y de la importancia de tomar conciencia. Bucay lo titula «darse cuenta» nombrando uno de los pilares en los que se apoya la terapia Gestalt e ilustrando muy bien una dificultad que nos es común a todas: tomar conciencia de las cosas propias o ajenas que, sin darnos cuenta, nos dañan de distintas maneras.